Desde que nos levantamos, hasta que nos acostamos, estamos respondiendo constantemente a situaciones de la más variada índole y complejidad.

Respondemos a aquellos estímulos desde lo mental y lo emocional y, la calidad de nuestras respuestas está en relación directa con nuestro nivel de conciencia.

Aquellas situaciones que nos descompensan, alteran nuestro equilibrio físico, mental y, emocional, sin embargo, esas “crisis” a las que nos vemos expuestos, son también una excelente oportunidad para un trabajo interno que tendrá como objetivo ampliar nuestra capacidad de comprensión, integrando nuevos elementos de juicio a nuestra conciencia, lo cual nos dará la posibilidad de visualizar las situaciones desde otros ángulos, permitiéndonos generar nuevas respuestas, más eficientes y funcionales.

En ese trabajo interno, que apunta a una ampliación de nuestra conciencia, la FLORES DE BACH son una excelente herramienta que podemos utilizar.

Las Flores de Bach van restaurando, recomponiendo, afinando la partitura original que nuestra alma posee. No olvidemos que somos seres espirituales viviendo una experiencia humana y, que la Luz que habita en nosotros, obedece a un programa perfecto de desarrollo y evolución, pero que sin embargo, ese programa se ve alterado por respuestas equivocadas que surgen desde el ego, y no desde el alma. Las Flores de Bach nos permiten reconectar con la matriz, con aquella esencia primordial, con aquel gran Océano del que somos parte.